Aula virtual vs. presencial: ¿Cuál es la mejor opción para bonificar tu formación con Fundae?

La educación ha experimentado grandes cambios durante los últimos años, especialmente durante la pandemia de 2020. Con ayuda de la tecnología, la formación presencial ha pasado, cada vez más, de ser impartida en aulas físicas a celebrarse en aulas virtuales.

La proliferación de herramientas, en muchos casos gratuitas, como Microsoft Teams, Zoom, Google Meet, etc, ha ayudado mucho en este cambio de rumbo. Pero ¿es suficiente con usar una de estas herramientas?.

Definición de aula virtual según el SEPE

A continuación se muestra lo que dice el SEPE sobre las aulas virtuales (las negritas son nuestras):

Se considera aula virtual al entorno de aprendizaje donde el tutor-formador y alumnado interactúan, de forma concurrente y en tiempo real, a través de un sistema de comunicación telemático de carácter síncrono, que permita llevar a cabo un proceso de intercambio de conocimientos a fin de posibilitar un aprendizaje de las personas que participan en el aula.

La impartición de la formación mediante aula virtual se ha de estructurar y organizar de forma que se garantice en todo momento que exista conectividad sincronizada entre las personas formadoras y el alumnado participante, así como bidireccionalidad en las comunicaciones.

Cuando la formación presencial se desarrolle mediante aula virtual, esta deberá contar con un registro de conexiones generado por la aplicación del aula virtual en que se identifique, para cada acción formativa desarrollada a través de este medio, las personas participantes en el aula, así como sus fechas y tiempos de conexión, así como contar con un mecanismo que posibilite la conexión durante el tiempo de celebración del aula por parte de los órganos de control, a efectos de las actuaciones de seguimiento y control que procedan. Cuando ello no sea posible, la participación se podrá constatar mediante declaración responsable de la persona participante.

Por lo tanto, aunque es una variante de la modalidad de teleformación, realmente se trata de formación presencial pues se exige que la formación se realice de forma sincronizada, es decir, todos los participantes (profesor(es) y estudiantes) deben encontrarse en el aula virtual en el momento de la sesión.

Además se debe llevar un registro automático y preciso de las conexiones de los participantes, que permita a la empresa demostrar que la formación se ha realizado efectivamente y que los alumnos han asistido a la misma. Esto es fundamental para poder bonificar la formación con Fundae.

Finalmente, el aula virtual debe contar con algún mecanismo que permita a los supervisores de Fundae conectarse al aula virtual durante la formación, para verificar que se está llevando a cabo correctamente.

A este tipo de formación en aula virtual se le suele denominar Formación Presencial Virtual.

Ventajas del aula virtual

La experiencia de enseñanza y aprendizaje de un aula virtual es similar a la física tradicional. Sin embargo, el aula virtual tiene a su favor varias cuestiones importantes:

  1. Fácil acceso desde cualquier lugar. Con las aulas físicas tradicionales, tanto los profesores como los alumnos deben estar presentes físicamente en el mismo lugar para el intercambio de información y la interacción. Las clases virtuales, sin embargo, son independientes de la ubicación de los participantes.
  2. Ahorro de tiempo y costes. Obviamente, el hecho de que ni estudiantes ni profesorado se tengan que desplazar al centro de formación supone un ahorro de tiempo y, en algunos casos, incluso de dinero. Cuando se trata de cursos muy especializados, donde el centro debería pagar el alojamiento y manutención del experto, los ahorros aún son mayores.
  3. Mayor alcance. Esta ventaja, realmente, no es específica del aula virtual, sino, de la teleformación en general. Los estudiantes que viven en un país/lugar específico tienen la posibilidad de inscribirse en cursos ofrecidos por docentes prestigiosos de cualquier lugar.
  4. Fácil de ampliar. En el caso de un curso virtual presencial bonificado, el número máximo de alumnos en un aula es 30. En el caso de aula tradicional, es necesario disponer de más espacios físicos para acomodar a más estudiantes. Sin embargo, en el caso de las aulas virtuales, se requieren recursos de TI los cuales se escalan según las necesidades específicas del curso o del cliente. Teóricamente dichos recursos son más manejables que las aulas físicas.

Inconvenientes del aula virtual

Pero no todo son ventajas. También hay inconvenientes que debemos tener en cuenta a la hora de decidir si impartir un curso presencial bonificado en un aula:

  1. Aprendizaje menos colaborativo. En un aula física tradicional, a los alumnos les resulta más sencillo trabajar en grupos para intercambiar información, aclarar dudas y resolver problemas. Como resultado de la colaboración mejorada, tienen la oportunidad de aprender a cooperar con los demás. No es que no se pueda hacer en un aula virtual, pero suele ser más complicado, sobre todo por lograr la participación de los involucrados.
  2. Enfoque menos centrado en el estudiante. Teniendo en cuenta que un docente puede tener hasta 30 alumnos a la vez en un curso virtual presencial bonificado y que no todos los participantes acceden al curso en las mismas condiciones (unos lo harán desde el móvil, otros desde el ordenador sin cámara, otros conectando la cámara, unos con una mala conexión de internet, etc.) esto supondrá:
    • Por un lado, que el docente adopte un formato de enseñanza tradicional basado en dar conferencias, poniendo más énfasis en el contenido ofrecido y restando protagonismo al alumnado.
    • Por otro lado, en el caso del aula virtual, cuando el número de alumnos es elevado, le resulta difícil al docente "leer" las caras de los alumnos para obtener feedback. Esto hace que resulte difícil establecer una relación cercana entre docente y alumno.

Un aula virtual no es solo una videoconferencia

Un aula virtual se refiere al entorno de aprendizaje en línea que permite la interacción en vivo entre alumnos y profesores mientras participan en diversas actividades de aprendizaje. En este entorno, el intercambio de información se lleva a cabo principalmente a través de instalaciones de videoconferencia o voz que pueden conectar a varios participantes, incluidos estudiantes e instructores, a la misma interfaz.

Se supone que un aula virtual es un entorno de aprendizaje con todo lo que ello implica. Las aulas virtuales no son lo mismo que las conferencias web, pero existen varias similitudes.

Un aula virtual tiene muchas características que vienen con una herramienta de conferencia web, junto con características adicionales centradas en el aprendizaje. Por ejemplo, en un aula virtual:

  • Debe ser sencillo compartir pantalla.
  • El tutor debe poder hacer anotaciones o destacados en las diapositivas que esté compartiendo.
  • Poder emitir vídeos en alta definición y controlar la reproducción de los mismos por parte del tutor.
  • Gestión del aula: hacer exámenes, encuestas…

En un artículo anterior ya hablamos de qué es aula virtual y cómo impartir cursos presenciales bonificados usando aula virtual. Aquí tan solo nos gustaría recordar que para poder bonificar un curso impartido con aula virtual es fundamental que se guarden los registros de acceso de los participantes.

Cuando usas una herramienta externa a tu LMS para impartir estos cursos (por ejemplo, Zoom), ¿tienes la seguridad de que tu plataforma de e-learning registra dichos accesos?

La plataforma SELF sí que los registra, sin que tengas que preocuparte de hacer nada 😊

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